Sintetiza el trabajo de los últimos veinte años de Ofelia Medina. Primero tenemos la voz de Sor Juana Inés de la Cruz hecha canciones, con la poesía amorosa de la monja mexicana, con música del Maestro Rafael Elizondo.


Después la voz de Rosario Castellanos en su poesía, con extractos del espectáculo “Intimamente, Rosario de Chiapas”. Frida Kahlo viene a rematar esta trenza poética.


Estas tres mujeres mexicanas cuyas voces son parte de la cultura de México, murieron prematuramente. Las tres murieron de amor.


Ofelia en “Voces Mexicanas”, nos dirá como Sor Juana:


La misma muerte que vivo

es la vida con que muero.

¡Pero valor corazón!

porque en tan dulce tormento

en medio de cualquier suerte.

¡No dejar de amar, protesto!


Como Rosario:


Yo no voy a morir de enfermedad,

ni de vejez, de angustia o de cansancio.

Voy a morir de amor, voy a entregarme

al más hondo regazo



Y como Frida, terminará cantando, acompañada por Angel Chacón (quien hace los arreglos musicales de este espectáculo), Federico Luna, Julio Aguilar y alternando en escena: Francesca Guillén o Paola Medina o Claudia Santiago.


¡Viva la vida!



Producción de Begoña Lecumberri Ustaran




lunes, 25 de mayo de 2009

Voces Mexicanas...

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Voces Mexicanas, síntesis de la obra de mujeres que admiro: Ofelia Medina

La décima musa Sor Juana Inés de la Cruz, la pintora Frida Kahlo y la poeta y política Rosario Castellanos, tres intelectuales mexicanas tan poderosas y creativas que trascendieron a sus respectivas generaciones, cobraron voz en la figura de la actriz Ofelia Medina, quien con motivo del 35 aniversario de la FES Cuautitlán presentó la puesta en escena Voces Mexicanas.

En la primera parte del espectáculo, en el que representó a Sor Juana Inés de la Cruz, la actriz y activista manipuló una marioneta para representar a la monja mexicana en algún momento de su vida.

Ahí, Ofelia Medina, mujer comprometida con los desprotegidos, recitó versos de Sor Juana Inés de la Cruz, cantó e hizo gala del buen humor.

En su homenaje a la primera mujer en izar la bandera feminista en América en defensa del género y una de las figuras más representativas de las letras hispanas, recitó y cantó el poema universalmente conocido Hombres necios, acompañada por la música del maestro Rafael Elizondo.

Para concluir esta primera parte de la puesta en escena recordó que la décima musa “murió sola, pero nos dejó su poesía, llena de vida, gracias Sor Juana, por ésta tu voz”, acto seguido, despojándose del manto religioso que cubría su cabeza, la actriz mexicana que hace tres décadas visitó la FES Cuautitlán, representó a la narradora y poeta chiapaneca Rosario Castellanos.

Con un escritorio blanco como escenografía, Ofelia Medina recitó los versos de la poetisa mexicana para quien la soledad se convirtió en uno de sus motivos de inspiración. Así, la actriz narró el drama de “una mujer sensible, estudiosa de la filosofía y las letras, convertida, por elección propia, en portavoz de los marginados de su tierra”.

“De ahí que resulte difícil distinguir a la actriz de Rosario Castellanos, pues se sabe de la consagración de Ofelia Medina por multiplicar el número de lectores en su país, por alimentar a niños olvidados por la maquinaria del poder, de su extraordinaria labor en el cine, la televisión y el teatro”, afirma la periodista Marilyn Garbey.

De la muerte de Rosario Castellanos, Ofelia Medina pasó a Frida Kahlo. Con la adaptación del corrido Juan Charrasqueado, la actriz cantó y contó la historia de la famosa pintora mexicana, quien en sus obras plasmó su dolor y sexualidad. Corazones de latón pendiendo en el escenario, Ofelia Medina se transformó en Frida Kahlo, vistiendo una blusa con bordado típico chiapaneco, ató sus trenzas por encima de la cabeza las cuales remató con una flor y pintó sus cejas.

Por medio del humor y la música, Medina se metió a los huesos de la pintora para rescatar su humor ácido y mostrar a la Frida real, la artista revolucionaria, que a cualquier provocación tenía una ironía con qué contestar.

En esta parte del espectáculo, Ofelia Medina, quien en 1984 interpretó a la pintora mexicana en la cinta Frida: naturaleza viva, asume la piel del personaje al que ha interpretado ya por más de dos décadas, y sentada en su silla de ruedas vuelca su admiración por la artista plástica.

Acompañada de dos músicos que ejecutaron guitarra y armónica, Ofelia Medina interpretó algunas piezas rancheras que gustaban a Frida y a Diego Rivera: El venadito y Por un amor, entre otras.

Previo al espectáculo, la actriz mexicana resaltó que “volver a la FES Cuautitlán, en una celebración como ésta, es un orgullo”. Explicó que el espectáculo Voces Mexicanas es una síntesis de otras presentaciones que ha llevado a escena, “se trata de una adaptación para un espacio que no tiene las facilidades teatrales; es una síntesis de 15 minutos de un recital de Sor Juana que presenté en este espacio universitario hace 30 años, después agregué a Rosario Castellanos y, por último, a Frida, tres mujeres mexicanas a las cuales admiro”.

Al finalizar el espectáculo, Ofelia Medina conversó con el público, señaló que su especial admiración por Frida Kahlo surgió a los 11 años, cuando sus amigas le pintaban las cejas para resaltar su parecido con la pintora, “desde entonces me obsesioné con Frida, la imitaba en todo, en lo bueno y lo malo”.

“Me iba de pinta, me metía a la casa de Frida, leí todo lo que ahí había, conocí a Marx, Lenin, Rosa Luxemburgo, Tina Modotti… entonces nadie admiraba a la pintora, para mí es un gran regalo de la vida, hoy es la mujer mas famosa del mundo aunque le pese a Martha Fox.”

“Frida fue mexicana, comunista, lesbiana, mal hablada, íntegra, popular, solidaria y chingona”, finalizó Ofelia Medina./ Guadalupe Lugo García

Nota: Gaceta UNAM Comunidad